miércoles, 3 de abril de 2013

TRATA SOBRE LOS EXAGERADOS COBROS DE LAS FIGURAS DEL TOREO QUE HARÍAN SONROJAR A UN AGIOTISTA MORO






Declara Ramón Valencia que en la famosa corrida del domingo pasado en Sevilla, o Corrida de Resurrección, se perdieron 96.000 eurazos: http://www.aplausos.es/noticia/17247/Noticias/Ramon-Valencia:-El-Domingo-de-Resurreccion-perdimos-96.000-euros.html

¿Cómo es posible perder dinero, si las 3 figuras, a saber, Morante, El Juli y José María Manzanares, colgaron el letrero de no hay billetes, lo que en blanco castellano significa que agotaron la boletería?

Como se nota en cualquier comentario sobre esta noticia, el clamor del aficionado se alza contra la empresa, reclamando entre otras cosas el alto valor de los boletos. Deformemos la pregunta: ¿Cómo es posible perder dinero, si las 3 figuras, a saber, Morante, El Juli y José María Manzanares, colgaron el letrero de no hay billetes, lo que en blanco castellano significa que agotaron la boletería, y la boletería fue además muy costosa?

La cifra es escandalosa, y aunque aparentemente es inconcebible perder TANTO con una plaza llena, entradas costosas y poca publicidad, la realidad es que acá solo hay un culpable: el cobrador, que cobró mucho.

Si hubo casi un escándalo religioso con la revelación de las intenciones económicas de Tomás para torear en México (600.000 dólares), no es exagerado suponer que 3 figuras en un solo cartel sobrepasen esa cifra con facilidad; de hecho, si se revelaran los honorarios de cada torero-figura, creo que habría una revolución, una náusea estomacal de cualquiera, por torerista que sea.

Bien, vamos: 3 figuras del toreo, plaza llena, entradas costosas, y sin embargo, queda faltando casi 100.000 euros por pagar, o que pagados como caballeros, se han perdido, esto es, a cada torero se le deberían más de 30.000 euros por encima de la cifra que logró la recaudación del llenazo en la plaza; siguen cobrando como reyes (pues eso de los 30.000 restantes no es ni la quinta parte de lo que cobra una figura), insisto, siguen cobrando como reyes por torear reses de maletilla miserable.

Pues no olvidemos que rechazaron 12 toros; la corrida salió parchada y si estuvo presentada, es porque al ganadero se le obligó por la circunstancia, a hacer uso de toros ya reseñados para una plaza más seria. No olvidemos: hicieron todo lo posible por meter 6 toros y luego otros 6 tan mal presentados que ni siquiera la junta técnica, que siempre aprueba cabras en aquella plaza, pudo rebajarse tanto y darle el visto bueno a dos corridas (12 toros) enteras; es abusivo cobrar por esto tanto.

Otro de los reclamos habla sobre el dinero que el empresario pierde al no televisar la corrida: Canal Plus ofreció 100.000 euros por tarde (lo que perdieron!); así, cualquiera saltaría de nuevo sobre la empresa, el dinero perdido es producto de no televisar la corrida. Bien, como es sabido, por ejemplo, y en ello no hay misterio alguno, tan solo los derechos de imagen de El Juli ascienden a 105.000 dólares; ¿es inteligente televisar la feria, cuando esto redundaría en un aumento de lo cobrado por las figuras? No, no lo es, es endeudarse y perder aún más, teniendo fe en que las figuras hagan algo.

Y esto es el quid de todo: la empresa se arriesgó a perder tal cantidad de dinero, imaginando la gesta digna de Roldan o El Cid, que 3 figuras del toreo harían en una super corrida donde como siempre, imponen el toro con el que se sienten aptos para producir tauromaquia. Ese cuento, por ejemplo, de que Morante torea cuando siente (toreo de sentimiento) cual artista poseído de repente por el arte, es tan artero como ese otro cuento según el cual, tan solo verle hacer el paseíllo paga la entrada. En ambos casos hablamos de exageraciones, en realidad Morante no amanece un día con ganas de torear pues lo visitan las musas, o lo elige el arte a él, mortal de repente transfigurado en dios del toreo: da la casualidad que las musas siempre lo visitan con la misma clase de toro, con nervio y noblón, cara agradable y sin fuerza.

Bien, la empresa imaginaba que la corrida iba a ser un boom mediático de proporciones bíblicas, que dispararía el abono, pues la afición quisiera ver acaso a las figuras hacer lo que hicieron en la Resurrección. Por eso se arriesgaron a perder dinero, y a ganar capital mediático, que se traduce en mejor venta de abonos.

Pero aquí entra la parte malévola del asunto: se rechazaron 12 toros (nunca hay que dejar de insistirlo), y salieron entonces toros que iban para otra plaza más seria, y Morante y Manzanares, esperando la perra de la Federica con la lengua colgando en la primera verónica, se tuvieron que enfrentar a toros presentados. No hicieron nada. Algo hizo El Juli, por supuesto exagerado por la prensa. El mismo público mexicanizado que no pidió el indulto de Borgoñes pero sí el de Arrojado, incluso pidió el rabo para El Juli; no lo suficiente como para disparar el abono, no lo suficiente como decir que hubo 3 puertas grandes, un indulto, 3 del Príncipe o narraciones similares; la empresa apostó, y perdió en ambos casos (en lo monetario, en lo mediático) y por eso sale a los medios a llorar el dinero botado a la basura, como gesto de lavarse.

En mi opinión, la empresa, que es mala, es la que menos tiene la culpa en esto; el anuncio del empresario es como una resaca tras la borrachera estúpida.
Lo único valioso de todo esto es que se caracteriza algo claro: las figuras, ni llenando, son rentables para la tauromaquia; deben bajar los sueldos y subir el toro, o esto se acaba. Gracias.

Nos miran y se burlan.

Y mientras hay 96.000 euros públicamente dilapidados, en Francia la dignidad es más barata (25.000) pero millones de veces más valiosa, millones…. http://torear.blogspot.com.es/2013/04/de-pedro-de-llen-saint-sever.html