martes, 9 de abril de 2013

TRATA SOBRE LA TAUROMAQUIA COMO PLAN DE JUBILACIÓN ANTICIPADO QUE SEMEJA AL IMPLANTADO POR LAS FUERZAS MILITARES Y DE POLICÍA EN COLOMBIA, DONDE CUALQUIER SERVIDOR PUEDE JUBILARSE A LOS 35 AÑOS DE EDAD SI ENTRA A LOS 18 AÑOS DE EDAD


El matador de toros (jejeje) Enrique Ponce, retando temerariamente a la muerte en Lima, con una osadía que casi le cuesta la vida, pues el imponente minotauro pudo haber pestañeado, matándole.

Siendo un tema que me causa profunda molestia, me permito machetearlo:

+Algunos dicen que una figura del toreo puede venir de vacaciones a América e incluso hacerlo durante la temporada europea, puesto que NO TIENEN NADA QUE DEMOSTRAR.
+¿Qué es demostrar algo en el toreo? Una alimentación constante; por ello un torero como Abellán, que tiene más puertas grandes en Madrid que El Juli, Manzanares, Perera, etc., está sin torear. El toreo no es un plan de jubilación donde la demostración temeraria de un solo acto, permita que se viva de él hasta por 10 años, abusando en la selección de toros sin cara, ganaderías, alternantes, fechas e incluso vetos. Si las figuras lo hacen, es porque hacen parte de un sistema dominado por 4 familias que controlan plazas, ganaderías, medios taurinos y a una afición cada vez más desentendida y postinera. Veamos un caso donde un crítico extiende el error de esta apreciación:
No exactamente apreciado Jose Morente; la portagayola es recibir al toro en inmediaciones de la puerta de toriles, de allí su nombre. Cuando se lo recibe más allá, por ejemplo, cuando El Juli lo recibe casi en la boca de riego, se le llama recibo en hinojos, o saludo en hinojos. La mediocridad y el conformismo de suponer que existe una clausula que excluye a QUIEN NO TIENE NADA QUE DEMOSTRAR, de recibir un toro de rodillas. En cualquier caso, Morente miente, El Juli no se fue " a la puerta de toriles de la Maestranza", se arrodilló en la boca de riego casi, en ambos toros.

Entonces nos vamos:
+Las figuras del toreo tienen mucho por demostrar:
*Que son capaces de lograr su altas cotas de estética dudosa con diferentes encastes y castas, haciendo más profunda la riqueza estética del toreo. Doy ejemplos muy sencillos:
¿Acaso a nadie se le ocurre lo increíble que resultaría ver a Morante machetear un Miura, de ser cierto que estos toros dizque no sirven para el toreo en redondo pleno de arte (lo que no explica que Miura lleve siglo en esto de criar toros para corridas de toros), siendo el toreo a pitón y costillar contrario el único posible? Morante tiene que demostrar que puede lograr su estética barroca con otra clase de toros, incluso con otros discursos estéticos, como el del macheteo.
¿Acaso nadie quiere ver a Manzanares descargándole la suerte a un Raso del Portillo, para ver si esa clase de toros, que comen terrenos de una manera brutal, le permiten estar así, o le exigen ponerse a torear en serio hasta romperlos? Manzanares tiene que demostrar que su toreo es válido para toros codiciosos, o mejor, bravos, capaces de admitirle su pierna de salida retrasada.
¿Acaso a nadie se le ocurre que el ojedista toreo encimista de Perera, se vería maravilloso con toros de Murteira Grave, francos de embestida pero usualmente agresivos y que se molestan cuando sus terrenos están cuestionados? Perera tiene que demostrar hasta dónde llega el encimismo y la bravura en el camino común de torear.
¿Acaso a nadie le parecería digno de ser presenciado, que El Juli, esa-muleta-poderosa, le pueda a un Cuadri, toro que exige que se le trague, y que admite el toreo en redondo cuando se le torea? El Juli tiene que demostrar que está, como asevero patológicamente Jose Morente,  al mismo nivel de Joselito El Gallo en cuanto a toreros lidiadores. Solo con un toro de poder y bravura y casta, podemos medir qué tan poderosa es su muleta, no con los mexicanizados toros mansos y parados.
También tienen que demostrar que son conscientes de que su olor de multitud sirve para algo diferente que salir enseñando las tetillas en una revista de moda, y que tienen el poder de salvar la riqueza genética de la cabaña brava en el mundo, lidiando corridas de hierros duros que están en peligro de extinción, ante todo Partido de la Resina y Prieto de la Cal por su simbolismo, y a los Cobaledas por decencia.
O sea, es más lo que tienen por demostrar (la lista de requerimientos sería interminable) que lo poco que han demostrado.
Entonces en conclusión:
+Demostrar algo y jubilarse, y así imponer cosas pues "no se tiene nada que demostrar", objetivamente es un lastre para el aficionado: se paga una entrada carísima por ver en el peor de los casos una estafa, y en el mejor de los casos un simulacro, ¿de qué sirve que este u otro torero, haya lidiado alguna vez un Guardiola o un Miura como "gesta", si el día de hoy me estafa en la plaza? ¿El aficionado paga por una trayectoria, por  un concepto sustentado en el pasado, O POR VER TOREAR UN TORO BRAVO?


Producto audiovisual usado para promocionar a un torero con hábiles técnicas de mercadotécnia. En los  años de la historia taurina que nos preceden, era impensable imaginar que hubiera promoción distinta a un torero, que imágenes suyas toreando. Pese a tener un gran empaque, la publicidad de Manzanares se sustenta en idioteces como esta, donde con mirada trascendental posa en el fondo de una taza de café, cosa que guarda una extraña relación con el toreo.

Mientras tanto, algo llamado vergüenza torera y decencia.